domingo, marzo 06, 2005

Kiaraluna

Ayer, un buen amigo me diò esta direcciòn y me dice que aquì
viven los
enamorados de las palabra, los servidores fieles y
los que amàndolas y
sirvièndoles se han convertido en los
amos de las palabras.


Kiaraluna, cuánta razón tienes me siento esclava y ama,
pero sobre todo esclava de las palabras.
Tal vez sea una palabra la que me hace respirar.

Bienvenida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravillosas, eternas, solidarias, corpóreas, finas, somáticas, fuertes y suaves: gota y cascada...

eso son las palabras, que de tan sentidas salen disfrazadas de etéreos ropajes, a veces se esconden, otras más fluyen como lo hace la vida misma.
¡Vivan las palabras!

Anónimo dijo...

En la luz de la luna,

cierro mis ojos,

mientras que la noche

se hace mi enemiga,

una lagrima se pasea por mi rostro

y la soledad ríe de mi tristeza,

los recuerdos vagan por mi mente

y se hacen cómplice de mi llanto,

mas la luna me ha gritado que lo olvide

y las estrellas son coro de sus ruegos,

en esta infinita oscuridad,

sólo hallo un corazón mutilado,

naufrago de la desesperación,

un corazón que atraviesa por un desierto

mas no halla un oasis para su desilusión;

cuántas puertas tengo que cerrar,

para dar el fin a una historia

que no sé cuando empezó,

que no sé quien la protagonizo,

me encuentro descubierta ante la desolación,

que hace jubilo de mi pena,

mas la soledad vuelve a reír de mi,

sé que estoy perdida, que no hay salida,

mas no sé olvidar.