martes, noviembre 11, 2008

Hablo de lo que no se dice

Siempre fui el marimbero, el boxeador,
el titiritero, el mendigo.
Nunca supe la línea perfectaentre la razón y la duda. Pecados cometí
en la soledad de mi sangre. Crímenescontra la sombra, gritos sobre el aire.
Siempre fui el equilibristahasta que me di de culo contra el suelo.
No pude subir a tiempo al espectáculo.Me cesaron. Desde entonces escribo con palabras
sucias, contaminadas de cantina, de sombras,de madrugadas abandonadas en el quiciode alguna iglesia solitaria. Siempre fui
eso que me tocaba ser : el equilibrista
temblando ante la cuerda, el domador
adentro de las fauces. Estuve en la escuela
y nunca aprendí nada, cuando no fuera
el color de las montañas, el nombre exacto
de esos ríos que no veré nunca. Se acabó la fiesta.Y sigo golpeando a la piñata, los ojos vendados,alentado sólo por el gozo de algunos amigos imprevistos.

Alfonso Chase