viernes, diciembre 24, 2010

Demasiada luz ciega tanto como demasiada sombra

Sobre todo si para ver sólo tienes los ojos

Dolores Castro

Para estar en el Horizonte Invertido de Luis Felipe Ortega*, hace falta algo más que ojos. Entre el título, cuya pertinencia y alcances él muy bien conoce (no olvidemos sus orígenes literarios) y la propia intervención, parece haber un abismo; o dos abismos. Determinados, (me aventuraré a decir), por el lugar del Lugar donde el espectador se halle situado. A partir de ubicarnos como el espectador, el Horizonte invertido actúa: ¿de abajo hacia arriba, o de dentro hacia fuera?; ¿Es una línea del horizonte o es el punto de fuga?

Más allá de que estas interrogantes sean o no de incumbencia del autor, hay que reconocer que es natural que nazcan. La intervención está realizada en el cuarto contiguo del taller de Clausell**, que hay que atravesar para llegar al fondo. En las paredes de ese taller, se aprecia un peculiar colage casi a manera de retablo pictórico donde el pintor “limpiaba” sus pinceles.La intervención de Ortega está cimentada en una elemental ejecución de grafito sobre la pared. Esa elemental ejecución del grafito alude de manera inmediata al acto de dibujar. Ambos artistas (uno menos que otro pero tal vez más conciente o más intensamente conciente) estuvieron hora tras hora dibujando-pintando concentrados en una habitación. —Algo que sucedió durante el montaje —comentó— fueron tiempos de silencio, de concentración frente a ese 'plano' del muro en donde se iba invirtiendo la relación de luz: el grafito cubriendo el blanco para después dejar que saliera o se escapara por pequeñas zonas; sucedió también una especie de compresión del espacio; solamente así, desde ese proceso, el dibujo derivó en acción escultórica. A ese silencio, habría que agregar la condición sonora del golpe del grafito a seis o siete manos de mis colaboradores*** que participaron en esta acción.

En ese espacio de oscuridad casi absoluta creada por Ortega, se agolpan un sinfín de preguntas que aluden a movimientos artísticos, filosofías, técnicas etc. hasta que, si uno permanece el tiempo suficiente, esas preguntas desaparecen como vinieron y uno se queda suspendido en la luz, borrando del lenguaje las interrogaciones.

Luis Felipe Ortega acaba de ser seleccionado para el Sistema Nacional de Creadores de Arte en la disciplina de Medios Alternativos (FONCA)

Horizonte invertido 
Luis Felipe Ortega. 13º Proyecto de El Clauselito. Del 2 de diciembre 2010 al 1º de febrero de 2011. Museo de la Ciudad de México, Pino Suárez 30, Centro Histórico.

Raquel Olvera, Haras del Bosque, lunes 13 de diciembre de 2010

fotografía: cortesía del artista

* (México, DF, en 1966), ha expuesto individualmente en Laboratorio Arte Alameda; Museo de Arte de Sinaloa; Galería Nivel 5; Maison d'Art Actuel des Chartreux, Bruselas; Sala de Arte Público Siqueiros y el Centro de la Imagen entre otros.

**Joaquín Clausell Troconi (1866-1935) pintor mexicano impresionista.

***Maylen Bourget, Adriana Cuspinera, Antonio Barrientos Frieda Calcáneo y Mariana Rodríguez de Unarte, Puebla. Y otros del DF: Daniela Libertad Jaramillo, John Miralda, José Alfredo Cortés.








jueves, diciembre 16, 2010

¿Encontró lo que buscaba? O las cosas como son


“La calle está llena de gente, caminas luego entre la muchedumbre sin objetivo alguno. El destino de los hombres es diverso. Algunos apenas arrastran su existencia, aburrida e insignificante, todos se parecen los unos a los otros, todos son desdichados; en cambio otros…”

-Antón Chejov-

Partitura cotidiana me parece la definición más acertada de este soliloquio (interpretado por la igualmente acertada definición de Edith Pérez Soto como actriz-persona), pues de principio a fin, esta puesta en escena produce una sensación de melodía a una sola no-voz. Inspirada en la obra de teatro La gaviota de Antón Chejov*, esta adaptación escrita y dirigida por Daniel Hilario Camacho es el segundo montaje de SOLILOQUIOS A ESCENA**, que tienen como punto de partida el silencio para expresar con notable eficacia la latente soledad de nuestra sociedad moderna.

La entrañable actuación de Pérez Soto, logra desde un principio pero paulatinamente en ascenso, la convicción de que esa mujer que respira y se mueve entre el sueño y la vigilia es alguien que conocemos, incluso, demasiado bien. Entre la actriz y el director parece haber en común el afán por la fidelidad al personaje, pues los hechos sucintos lo atraviesan como un rayo de luz un prisma de cristal y consiguen una especie de difracción de lecturas en donde la mujer sola y pobre podría igualmente ser un hombre rico pero igualmente solo en una ciudad que podría estar ubicada en cualquier país del mundo.

Si usted es amante del teatro, ésta es una oportunidad de amalgamar en sus memorias el encuentro de Antón Chejov, Daniel Hilario Camacho, y Edith Pérez Soto y si usted aún no lo es, no se preocupe: lo será.

¿Encontró todo lo que buscaba? obra finalista en el XVIII Festival Nacional de Teatro Universitario (UNAM) 2010, obtuvo el reconocimiento a la Mejor Actriz y mención honorífica por la Dirección. Fue invitada a presentarse en el 3er. Encuentro de Teatro Universitario del Instituto de Artes de la UAEH ***. Presentó su tercera temporada desde el sábado 6 de noviembre y dará su última función este sábado 18 de diciembre a las 20:30 horas, en el teatro Ignacio Ibarra Mazari, ubicado en Juan de Palafox y Mendoza 407, en el centro histórico de Puebla. La cuota de recuperación es de $40 general, y estudiantes $25.

*Anton Chejov (1860-1904). Dramaturgo y autor de relatos ruso, una de las figuras emblemáticas de la literatura rusa

**Agrupación Teatral formada en enero de 2010

***Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Raquel Olvera, Haras del Bosque, domingo 12 de diciembre de 2010