jueves, febrero 24, 2005

SE TE ESTÁ VIENDO LA OTRA

Se te está viendo la otra.
Se parece a ti:
los pasos, el mismo ceño,
los mismos tacones altos
todos manchados de estrellas.
Cuando vayáis por la calle
juntas, las dos,
¡qué difícil el saber
quién eres, quién no eres tú!
Tan iguales ya, que sea
imposible vivir más
así, siendo tan iguales.
Y como tú eres la frágil,
la apenas siendo, tiernísima,
tú tienes que ser la muerta.
Tú dejarás que te mate,
que siga viviendo ella,
embustera, falsa tú,
pero tan igual a ti
que nadie se acordará
sino yo de los que eras.
Y vendrá un día
-porque vendrá, sí, vendrá-
en que al mirarme a los ojos
tú veas
que pienso en ella y la quiero:
tú veas que no eres tú.

2 comentarios:

ivan buenader dijo...

Te cuento para tu felicidad (o no), que el relato que hiciste ayer de este poema es mejor que el poema en sí... Lamento que me haya defraudado un poco siendo una idea TAN GENIAL (esperaba que al leerlo fuera uno de mis poemas preferidos y no sucedió) :(

Unknown dijo...

¿Pero el de ayer te gustó? ¿El de habitar en los pronombres? Espero que encuentres algo bueno en Pedro Salinas, acuérdate de ubicarlo en su tiempo y su historia.