El yo que recibes entre tus brazos
no es mío
Pertenece
a un prisionero
que se disolvió en la trama
del tiempo
Pertenece
a un muchacho que duda
-echa hacia atrás las caderas-
y otra vez
duda
Pertenece
al cobarde que huyó
de los muslos de una virgen
El yo que te entrego
no es mío
porque tampoco existe
el lugar donde me encuentro.
Iván Oñate
1 comentario:
Deliciosamente bello!!! Abrazos.
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