miércoles, julio 27, 2005

La gracia del vértigo

para Máximo González e Iván Buenader

Surfear en el aire; tomar las corrientes del norte, las más cálidas, potentes, rápidas. El peso en el cuerpo, repartido. En una silla invisible acomodado, los brazos timonel marcan el rumbo.

¡La ola, viene la ola! Tobogán el tiempo me expulsa de dimensión: flecha en camino al punto.

1 comentario:

Hamletmaschine dijo...

Sin duda hay una gran búsqueda posible hasta en las pequeñas cosas, en las incertidumbres... el tiempo sólo es el eco de esta inmensa carcajada...

Feliz viaje Raquel, nos veremos pronto y todo serán buenas noticias, ya lo verás...