I Ching: la modestia.

El que realmente toma en serio su modestia ha de procurar que ésta se ponga de manifiesto en la realidad. En este sentido debe proceder con energía. Si surge alguna hostilidad, nada más fácil que buscar la culpa en el otro. Un hombre débil acaso se retire entonces, refugiándose en sí mismo, sintiendo autocompasión y tomando por modestia su actitud de no defenderse. La verdadera modestia se manifiesta procesiendo vigorosamente a poner orden, y en ese sentido comenzará con el propio yo y con círculo más estrecho al aplicar castigos. ünicamente cuando uno tiene el valor necesario para hacer marchar sus ejercitos contra sí mismo, podrá realizarse algo vigoroso.