Vinicius de Moraes / Chico Buarque de Hollanda
Un día él llegó de un modo diferente
del que acostumbraba a llegar,
Y la miró de un modo más ardiente
del que siempre acostumbraba a mirar.
Y no maldijo a la vida tanto
como acostumbraba a murmurar.
Y susurrando un canto
harto ya de espanto
le propuso ir a caminar.
Entonces ella se puso tan linda
como hacía tiempo no intentaba más.
Con su vestido blanco y escotado
que olía a guardado de tanto esperar.
Después ellos se dieron las manos
como hacia tiempo no se usababa dar.
Y llenos de ternura y gracia
fueron a la plaza para poderse abrazar.
Y allí bailaron tanta danza
que la vecindanza toda despertó.
Y fue tanta la felicidad
que toda la ciudad se iluminó.
Y fueron tantos besos locos,
tantos gritos roncos,
de esos que no se oían más,
que el mundo comprendió
y el día amaneció
en paz.
2 comentarios:
Uma poema muito legal, menina!
ohhh, qué cadencia, que sensación. Emotiva, si señor!
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