martes, noviembre 22, 2005

El texto lunático



Los retazos de tierra que se preservan en las calles de la ciudad son una auténtica delicia para engalanar la mirada. Se cultivan ahí jardines y también son estrechas reservaciones para tribus de árboles de tronco espigado. A veces cuando llueve leve o cuando está a punto de anochecer, el color de la tierra se tiñe de un matiz elegante en serio. Una vez alrededor de las seis de la tarde, alguien arrojó una cubetaza de agua hacia la corteza de un joven eucalipto, y pareció como si de súbito, con ese simple acto, le hubiera dibujado una sombra. Era, en efecto, la sombra de agua del árbol.

Roberto Ramos, El tigre famélico.

2 comentarios:

Silencio dijo...

Que es la tierra, y que es un árbol, la lluvia solo me dejaba el aroma a granito mojado, y algo de sol doraba la parte superior. Llovia con sol, extraño, mejor me acerco al despachador de oxígeno y recargo mi tanque, árbol, el texto sobre esta pared se ve demasiado viejo, textos lunáticos, ¿alguien habla de la luna?, esta ya no se ve desde hace 20 años, como alguien puede recordar la luna.

Silencio en viaje introspectivo a alguien que lee este texto en 38 años a partir de hoy.

Dra. Kleine dijo...

Groooooooooooarrrrr!


Perdón...me salió lo animal! --digo--lo salvaje.