martes, agosto 30, 2005

La invención de Morel

Los ecos de un suspiro hacen oír suspiros, al lado, lejanos, durante dos o tres minutos. Donde no hay ecos el silencio es tan horrible como ese peso que no deja huir en los sueños.
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Bioy y Borges deben haber tenido unas conversaciones maravillosas.

Este descubrimiento se lo debo a Iván Buenader que me regaló La invención de Morel en una librería de Buenos Aires, y las ganas de leerla.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Raquel, muchas gracias por tu visita a mi blog, y por tu comentario y por el "link" que pusiste en el tuyo. Eres bienvenida siempre a recorrer los laberintos de los meses anteriores, y de los que vendrán. Saludos..

Enigma dijo...

Los ecos son muestras lejanas de algo vivo, pero ... quiza los ecos son vivos anhelos de querer ser algo.

Saludos.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Pd Y gracias por tus visitas por mi humilde blog.

Silencio dijo...

Ora, tendré que leerlo

Saludos

Dra. Kleine dijo...

Wooo! y la excelencia que siempre tienes de convidarnos un cachito de tu postre. Gracias!

sabes que es lo mejor? que siempre, siempre queda un buen sabor de boca.

Anónimo dijo...

La invencion de Morel fue para mi un libro como el Martin Fierro: en la secu, hay que leerlo x obligacion. De esas cosas que hay que agradecerles a los adultos que nos obligan...

Lo-que-serA dijo...

¡Esa invención te va a encantar! Es todo un encuentro con los ecos.
Te dejo un beso, eco del eco

Lety Ricardez dijo...

Menos mal que a mí, cuando te vas de Oaxaca me queda el eco de tu estancia y dura hasta que regresas, eco, del eco, del eco, igual que tú.

Unknown dijo...

Angel:
En el blog de uno no se dan las gracias.

Enigma:
O el eco es el recordatorio de lo que vendrá.

Silencio:
Estoy segura que va a alucinarte.

G. Kleine:
Es un placer complaceros.

Anonymus:
A mí me obligó la amistad. Dulce obligación.

Anecdotario:
Paisana. Me gustó tu caida libre (sobre todo al eco)

Loqueserá:
Me encantó, me lo aventé de volada. Muchas implicaciones se pueden hacer de esta novela. En verdad me hubiera gustado esconderme abajo de la mesa donde cebaban su mate Bioy y Borges.

Lety y ya merito nos vemos otra vez ¡yupi!

Sanbahilandor dijo...

Y el eco es también influencia.
Saludos Morel