domingo, agosto 21, 2005

Quiero decir y que la voz responda

I
Dormía en la casa de Eva. Era la siesta vespertina, un rayo de luz abrió mis ojos, el sol incidió en un relieve del repujado en metal con que estaba empastado finamente el libro llamado: Pensamientos. La tarde estaba melancólica, abrí el libro: Mi voz no es de ave rara/cuando más soy alondra/… pero vivo feliz de lo que soy/y mi canto es alegre. Cerré el libro para buscar la portada: Lety Ricardez.Ese fue mi primer contacto con su poesía. Antes la había visto ir y venir en los pueblos de la mixteca en esos encuentros internacionales de poetas en el país de las nubes en que algunas veces fui invitada. Pero ella estaba siempre rodeada por una pléyade. Esa era mi época azul, así que prefería la soledad. Me llamaba la atención su risa y su presencia, pero no tenía energía para competir con tanta fémina. Así que no había podido tener contacto con ella. Seguí leyendo, había tiempo suficiente hasta la presentación nocturna que sería en el hermoso recinto de Santo Domingo. El libro me enderezó. Entre un río de palabras refulgían triunfantes pequeñas o grandes pepitas de oro. Cuando por la tarde leyó ese poema que le escribió a Agustín, lo escuché con otros ojos. Florecí, en tus brazos me inundaron primaveras. Entonces empecé a poner atención en esta poeta y quise saber de qué hablaban con ella tantas personas. Me acerqué al coro. Y quedé perpleja. Nadie hablaba con ella de sus palabras, hablaban de lo lindo que es Oaxaca de lo linda que es ella, de lo hermosa que es la vida. Si, todo bien, pero en dos día que estuve poniendo atención nadie habló de su poética. Por mi parte ya no pude dormir. Así me sucede cuando descubro a un poeta, pero más y sobre todo, si ese poeta aún no se descubre a sí mismo. Empiezo a construir planes para enfrentarlo así mismo, imagino mil veces cómo será cuando la sorpresa de verse poetas incendie su rostro.Como ya muchos sabrán, no lo repetiré, pero en el último momento, cuando ya todas estábamos trepadas en los autobuses no pude aguantarme, el chofer ya tenía prendido el motor, y Lety aún y más que nunca rodeada se despedía de todas. Repito, no me podía ir así. — ¡Leticia!—, entonces no sabía que no se llama Leticia sino Lety. —por favor, no dejes de escribir—. Es todo lo que atiné a decir, pero creo que dio resultado porque dejó a la pléyade y se acercó a la ventanilla. Con su rostro mirando al cielo creo que me vio por primera vez. — ¿Tienes mi libro?— me alumbró con sus ojos. —No le dije. Nos dimos las direcciones, creo y unos días más tarde llegaron sus libros a la calle de Viena.Creo que pasé tres meses sin hacer otra cosa más que leer y releer, corregir y concretar. Luego, ¿cómo explicarle a un alma tan frágil que hay que despedirse de algunas palabras? Con amor, fue mi respuesta, y unas semanas más tarde estábamos trabajando.
II
Hasta aquí la anécdota de conocernos. Ahora viene el momento de hablar de su poesía. Todavía no. Primero querría describir el asombro que me causaba el grado de estremecimiento que percibía en sus escuchas, digno de notarse. Hombres llorando en su butaca frente a todo el mundo sin el más mínimo pudor, señoras encendidas con sus caras de sí se puede. Niños y niñas interrumpidas por la emoción de descubrir la poesía. Todos los que han oído a Lety decir su poesía saben, que nadie sale sin flores de su paraíso. Pero no todo es miel sobre hojuelas. Está la academia, y en su momento estuvieron sus representantes frente a los versos de Lety y no supieron explicarse porqué, a pesar de no sonar “literarios”, llegan a ser tan eficientes. Pero esta rancherita ilustrada que ven frente a ustedes tuvo la fortuna de tener una maestra que le dio los elementos para comprender y explicar en donde reside la eficacia de los poemas de Lety y porque alcanzan el tan anhelado estremecimiento: —La emoción en un poema es fundamental—, me dijo Dolores Castro un día. Un texto puede tener muy buena cadencia, y entonces será canción, muy buenas ideas, y entonces será discurso, pero un texto que no tiene emoción no puede aspirar a ser poema. El equilibrio entre el ritmo, la idea y la emoción hace a un poema. Y teniendo la emoción, lo demás es pura técnica y sí, es imprescindible, pero es necesario tener en cuenta que: una imagen se inventa, una idea se construye, pero una emoción, se vive, no hay otra manera de adquirirla. Ahora estoy llegando a la poética de Lety Ricardez.Experiencia poética es lo que ha acumulado desde su más tierna infancia, sus ojos de poeta le nacieron cuando le fue otorgado el cuerpo, desde la hora misma de su nacimiento. Después fue cosa de tener paciencia y encontró finalmente la razón y el placer de la disciplina. Pasó largas e intensas horas limpiando y puliendo sus versos, una y otra vez, una y otra vez. Puedo aseverar de primera mano que la ha pillado el sol muchas veces alisando sus versos. Otras dos personas pueden ratificarlo con la misma intensa validez: nuestros maridos, Roberto Borja y Agustín Cid de León, que se han quedado pacientemente afuera de nosotros, esperando por nosotros, hasta que al fin agotadas de palabras corríamos a dormir entre sus brazos. No es casualidad que ambos se encuentren aquí acompañándonos en esta celebración.Hoy es un día muy especial, por eso debo decirles a los innumerables amigos que la acompañaron en su proceso creativo lo que por otra boca no sabrían: Lety tenía una reticencia para corregir sus poemas: — ¡Es que no quiero que mis amigas dejen de entenderme!—. Cuando una de ellas se acercó y me dijo que le gustaban más antes de que Lety los limpiara comprendí a qué se refería. Y comprendí porqué tanta reticencia en quitar de sus versos las explicaciones. —Confía en tus amigas—, le dije, —así como vas aprendiendo poco a poco ha ver lo esencial, tus amigas te acompañarán y crecerán contigo. Hoy podemos comprobar que así ha sido. Ustedes están aquí.Me gustaría recordarnos que logró aquello que se propuso un día:Estoy atada a una lenguacarente de palabras.Creí aceptar mi entornopero no me conformo.¡Quiero decirY que la voz responda!

Raquel OveraOaxaca, Viernes, 19 de Agosto de 2005

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hi, ¿do u remember me?

Jajajajaja es por los msgs anteriores jejejeje, enhorabuena, que excelente que alguienq ue leo hace tiempo apoye a personas que tambien leo hace tiempo, como Lety.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Lety Ricardez dijo...

Raquel mamita mia: Gracias por este post y por subir uno de mis poemas de niña en el de hoy.

Enigma amigo: Ya estoy en circulación nuevamente, los ayayayaya, se han convertido en jijiji, con la felicidad que me deja esta presentación. Saludos y abrazos

Unknown dijo...

Enigma:

Jeje. Me comí la publicidad. Jeje.

Lety:
En el blog de uno no se dan las gracias.