domingo, septiembre 18, 2005

Albricias ¡Regresó el Malakatonche!

Solo dios y Nazario saben qué fue lo que pasó por su mente en aquel fatídico momento, cuando algún oscuro motivo lo desconectó del ambiente bohemio, de la plática familiar y de la borrachera misma. Su rostro se llenó de una seriedad abrumadora, la mirada se le aclaró en un instante, una profunda melancolía se apoderó de sus facciones.

El creciente conflicto interno pasó desapercibido entre la alharaca y el albur; aquellos que ocasionalmente se lo topaban con la mirada atribuian su semblante a una elucubración de naturaleza etílica, restándole importancia.

Fue hasta que Nazario se puso de pie que los coterturios cayeron en la cuenta de su apariencia mórbida, similar a la de un cadáver; en un instante las conversaciones perdieron todo sentido, la alegría se fue desvaneciendo del corazón de sus familiares, se fue anidando un sentimiento de preocupación en el estómago, el cual crecía lentamente hasta figurarse en angustia, mientras él se daba la media vuelta y se alejaba de la fogata en dirección del zaguán y de la salida.

2 comentarios:

Enigma dijo...

Albricias...

Un placer haber estado en tu amable y generosa compañia, felicidades de nueva cuenta.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

preciosa síntesis casi visual con tus palabras, un cortometraje completo.