Te he mirado de cerca niña de mi mano;
partículas de miel
suspendes en los alveolos del aire.
Del otro lado de la vidriera que separa tus años
de mis sueños
veo revolotear sobre tu boca
La Sonrisa:
crece
decrece
nunca se va
se esconde
El día que la mostraste para mí,
nací de verás tarde.
Emannuel Roka
3 comentarios:
Querida Raquel, tu niña se monta al lomo del colibrí para llegar a dejar un beso sobre tus mejillas. Amaradás voy y voy a tu blog y no respondes. Besos a los dos
Amaradás,
que lindo apapacho y el bien que me hace. Sí, todos lo necesitamos. Y yo lo agradezco. Profundamente. Y lo mejor de todo es que puedo leerlo y releerlo cuantas veces quiera, no se me va a gastar!
Voy a confundir sus alas con tus pestañas.
jiji
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