martes, octubre 25, 2005

cartas de amor y/o desamor II

Ya le dije a la razón que no existes.

Te inventé

como una madre inventa una canción de cuna.

Es el presente un dolor sin vestido,

un olor que deja de cantar si se cierran los brazos

sin estrechar un cuerpo.

Estoy sola, como cualquier difunto.

Aun si se tienen los favores del sol,

a la hora de la muerte, es inevitable el frío.

No voy a moverme.

Voy a producir mi propia ponzoña.

No voy a quitar las manos cruzadas sobre el pecho.

No arrugaré la mortaja.

No voy a poner palabras a mi muerte.

Se acabó.

No hay destino mejor que el del silencio.

1 comentario:

fgiucich dijo...

El silencio del amor...